
El color tiene incidencias psicológicas, emocionales y muchos hasta juran que trascendería hasta el mismo espacio físico. Valoramos el color, desde las antiguas civilizaciones, en que se limitaban a los tintes naturales; hasta nuestros días, en que Hollywood nos entrenó para reconocer fehacientemente a un robot bueno (luz azul/verde) de uno malo (luz roja) simplemente mirando el color de sus focos.
En esta serie nos desentendemos de la forma (es un pin, es redonda), de su material (es tinta, papel, filmina y chapa) y de cualquier connotación ajena al color.
No reconocerás símbolos, ni grupos, ni razón en ellos, solo color.
Simple y complejo, dulce color.
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